Técnicas de Manejo (VII parte)
Conducción en Mojado
Con el suelo mojado las condiciones cambian
completamente y nuestro manejo debe
adaptarse a ellas o de lo contrario tendremos
sorpresas desagradables.
Uno de los aspectos más
delicados de la conducción de una motocicleta es cuando lo tenemos que
hacer sobre una superficie mojada, porque esto implica un cambio en todos
los parámetros debido a la menor adherencia que ofrecen los neumáticos
en estas condiciones. En general y como regla de oro la conducción,
cuando el piso se encuentra mojado, todos los movimientos deben hacerse
con mucha suavidad, evitando manobrias bruscas y de último momento; esto
implica que los tiempos de reacción se aumentan bastante por lo cual
acciones como tomar una curva, frenar, cambiar de carril o cruzar
intersecciones necesitan más tiempo y las debemos planear con mayor
anticipación. Otro aspecto importante es que debemos estar mucho más
concentrados en la conducción que si rodáramos en piso seco, para evitar
sorpresas. Repasemos los principales aspectos relacionados con la conducción
en mojado.
Indumentaria:
Lo ideal es que siempre estemos preparados para cuando la lluvia aparezca.
Llevar constantemente el impermeable puede ser en algunas ocasiones
engorroso, así como ponérselo cuando las primeras gotas caen, pero si
vamos secos y confortables a pesar del aguacero, es una garantía de que
nuestra atención estará puesta al 100% en la conducción, por el
contrario, ir completamente mojados, con frío, con los pies sobre el
tanque de gasolina para no mojarnos las pantorrillas y además renegando
por todo esto, hará que le prestemos menor atención a la calle o
carretera incrementando el riesgo de tener sorpresas desagradables y
disminuyendo nuestro tiempo de reacción ante cualquier eventualidad.
Merece mención especial el casco; si no lo llevamos puesto después de
40km/h las gotas de lluvia empiezan a sentirse en la cara como agujas que
se entierran lo cual es supremamente molesto, en cambio llevando un casco
(obviamente uno que cubra la cara) nos podemos olvidar del asunto e ir
considerablemente más cómodos.
Usando
la indumentaria correcta, podremos
concentrarnos mucho mejor en la conducción
Llantas:
El labrado de las llantas de nuestra moto tiene como función principal
evacuar el agua cuando vamos rodando sobre piso mojado y la eficiencia de
esta acción depende del buen estado de nuestras llantas. Si están
gastadas (el labrado desaparece o tiene poca profundidad) se incrementa el
riesgo de “acquaplanning” que es un fenómeno consistente en que se
forma una película de agua (porque no se evacua bien) entre el suelo y la
llanta, llegando el punto en el cual la moto rueda sobre la película de
agua y no sobre el asfalto; si esto pasa ni los frenos ni la dirección
responderán y la moto simplemente seguirá derecho hasta caernos o chocar
con algo.
Ritmo de conducción:
Acelerar, frenar, transitar por carretera o entre los carros en la ciudad
básicamente lo haremos de la misma manera pero a un ritmo menor,
reduciendo la velocidad, preferiblemente a la mitad o menos, y aumentando
la distancia respecto a los otros carros, esto debe ir unido a la suavidad
en el manejo de la cual hablábamos en la introducción del artículo.
Frenar:
Sobre mojado la maniobra de frenado debe hacerse con mucha más suavidad y
tacto, actuando con un poco más de fuerza sobre el freno trasero, pero no
porque se frene más con este sino porque se actúa menos sobre el
delantero. Lo que debemos tener más presente es que las distancias de
frenado aumentan por lo que es imprescindible tener mayor tiempo de
anticipación y frenar antes de lo que lo haríamos en piso seco para
tener el tiempo y el espacio necesario para hacerlo con más suavidad,
porque como es obvio, es mucho más fácil bloquear las ruedas, perder
adherencia y por lo tanto que se produzca una caída.
Rayas Blancas y señales
de transito:
Merece un punto aparte por su alta peligrosidad las rayas blancas pintadas
para señalar el paso de peatones en los semáforos y las señales de
transito sobre el asfalto, porque estas pinturas están hechas con una
base de aceite lo cual ocasiona que cualquier gota de agua que caiga sobre
ellas las convierta en una superficie altamente deslizante y muy
peligrosa. Cuando el piso este mojado se debe evitar al máximo pisar
estas señales y si por obligación debemos hacerlo, hay que tratar de
pasar lo más recto posible sobre ellas sin frenar o haciéndolo con
absoluta suavidad y delicadeza.
Con el
suelo mojado el riesgo de sufrir una caída
aumenta bastante, por eso es importante
mermar el ritmo y hacer todas las
maniobras con gran delicadeza.
Todo lo que hemos
tratado se basa en el hecho de que las llantas sobre el piso mojado
pierden adherencia pero también hay otras circunstancias en las que el
agarre de las llantas se ve comprometido y en estos casos son igualmente válidas
las técnicas que hemos visto. Por ejemplo cuando compramos llantas nuevas
estas vienen recubiertas con un residuo del desmoldante usado en el
proceso de fabricación y este sólo se cae después de rodar un buen número
de kilómetros, por eso es importante rodar con calma en esos mismos
primeros kilómetros hasta que la llanta vaya adquiriendo toda su
capacidad de adherencia.
La adherencia también
varía en función de la temperatura que van tomando las llantas, por eso
es bueno tener la precaución de dejar pasar unos kilómetros para que
estas tomen un poco de temperatura y podamos exigirles a fondo, sobretodo
en curvas. Este aspecto es más crítico en climas fríos porque las
llantas se demoran mucho más en llegar a la temperatura ideal
Cuando se transita por
carretera, o incluso en la ciudad, se debe poner mucha atención con las
superficies deslizantes que aparecen por sorpresa, como por ejemplo
regueros de aceite, arena, lodo y zonas de asfalto que por la sombra de
los árboles, en especial en climas fríos, tienden a ser algo húmedas y
resbalosas.
Como siempre,
esperamos que estos consejos te sean de utilidad y te permitan disfrutar más
de la conducción de tu motocicleta.
Texto: Mauricio Gallego A.
VOLVER
PAG.ANTERIOR
|