Tecnicas de Manejo (II parte)
El cuerpo y la moto
Aquí
vemos una postura correcta sobre la moto, el
cuerpo se nota relajado, manos y pies listos para
reaccionar y la vista fija en la carretera.
Comenzaremos esta serie de artículos sobre técnicas de
conducción por la parte más básica y es como obtener una posición
adecuada de nuestro cuerpo sobre la moto, lo cual nos proporcionará mayor
comodidad y seguridad cuando estamos conduciendo porque una correcta
posición nos permitirá tener reacciones más rápidas ante cualquier
eventualidad que se nos presente.
Aquí se
ve una postura incorrecta, con los brazos
estirados, la cintura muy forzada y los pies apoyados
en la punta, dificultando una rápida reacción.
El cuerpo:
La regla de oro es que nuestro cuerpo debe tener una posición natural y
relajada. Para determinar esto, con la moto apoyada sobre el gato central,
debemos sentarnos en el asiento de manera natural y con los brazos caídos
y relajados. A partir de ahí, subiremos y extenderemos los brazos hasta
alcanzar el manubrio con las manos. Los pies deben estar colocados sobre
los estribos, apoyados en la zona media de la planta. Si tu moto no tiene
gato central lo puedes practicar circulando a baja velocidad y en un sitio
despejado. De esta manera nuestro propio cuerpo nos dirá cual es la
posición correcta. Cualquier posición forzada y “antinatural”, como
por ejemplo sentarse sobre el asiento del pasajero, es peligrosa porque
retardará los tiempos de respuesta de nuestro cuerpo y sentiremos el
cansancio más pronto. Por estas mismas razones es contraproducente viajar
tres personas en una moto, que es un vehículo diseñado para dos, porque
esta tercera persona, aunque sea un niño, obligará al conductor a forzar
la posición del cuerpo.
Con las
manos sobre el manubrio, en una
posición que sea cómoda, debemos estirar los
dedos y ajustar las palancas de forma que
queden justo abajo, así será más fácil
accionarlas y mucho más cómodo.
Manos y brazos: Partiendo de la correcta posición del cuerpo sobre la moto
explicada anteriormente, debemos hacer la presión suficiente sobre los puños
del manubrio para mantener con firmeza la dirección para que cualquier
desnivel o piedra no nos descoloque la moto pero al mismo tiempo
manteniendo los brazos y las manos relajados para retrasar el cansancio.
Para lograr esto coloquemos las palmas de las manos sobre los puños
dejando que se acoplen de manera natural a la inclinación del manubrio. A
partir de ahí estiremos los dedos de las manos. Lo ideal es que en este
punto los dedos caigan sobre las palancas de freno y clutch, por lo tanto
será esta posición la que nos determine la altura a la que debemos
ubicar las palancas. Además deben tener la distancia correcta a los puños
para que nos permita accionar estos mandos de manera natural. Es una buena
costumbre dejar permanentemente los dedos índice y corazón de cada mano
sobre las palancas de clutch y freno, sobre todo esta última, lo que nos
permitirá accionar los mandos con más rapidez y no perder décimas de
segundo vitales mientras los dedos se desplazan hasta las palancas en una
emergencia y así evitaremos frenadas bruscas o bloqueos de la rueda
delantera al desplazar, con poco control debido a la urgencia, los dedos
hacia la palanca del freno. Con el resto de los dedos haremos la presión
sobre el manubrio para mantenerlo firme mientras conducimos.
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